¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es el proceso para lograr una buena adaptación ante las adversidades, las situaciones traumáticas, la tragedia, las amenazas o incluso las fuentes significativas de estrés – problemas de familia o de relación, problemas de salud, estresores económicos y laborales-. Significa resurgir de las situaciones difíciles.
Factores de resiliencia
- Tener relaciones de afecto y de apoyo
- Capacidad de hacer planes realistas y tomar decisiones necesarias para concretarlos
- Mirada positiva de uno mismo y confianza en las fortalezas y capacidades personales
- Capacidad para resolver problemas y poder comunicarse
- Capacidad de manejar los impulsos y sentimientos fuertes
Estrategias para desarrollar la resiliencia
Establecer conexiones
Aceptar la ayuda y apoyo fortalece la resiliencia.
Evitar ver la crisis como problemas insuperables
No se pueden cambiar las adversidades, pero sí el modo de interpretarlas y responder a ellas.
Aceptar los cambios como parte de la vida
Aceptar las circunstancias que no se pueden modificar, ayudará a focalizar nuevas situaciones que sí podrá cambiar
Avanzar en los objetivos
Trabaje sobre objetivos realistas. Es importante enfocarse en lo que se puede lograr .
Actuar con decisión
Actuar con decisión contra las situaciones adversas tanto como pueda
Búsqueda de oportunidades para descubrirse a sí mismo
Es importante aprender algo sobre sí mismas, sobre todo en situaciones adversas.
Tener una visión positiva de uno mismo
Desarrollar una confianza en su capacidad resolver conflictos y confiar en sus instintos ayuda a acrecentar la resiliencia
Mantener las perspectiva de las cosas
Tratar de considerar las adversidades dentro de un contexto más amplio y mantener una perspectiva a largo plazo. Evitar agrandar el problema
Mantener una visión de esperanza
Una visión optimista permite esperar que sucedan cosas buenas en la vida. Es importante visualizar lo que se desea no lo que le atemoriza
Cuidarse
Prestar atención a sus propias necesidades y sentimientos. Realice actividades que disfrute y le ayuden a relajarse.
Pautas para promover la resiliencia en niños y adolescentes
- Equilibrar la autonomía con la ayuda, que debe estar siempre disponible pero no impuesta
- Moderar las consecuencias de los errores con amor y empatía, de manera que se permita el fracaso sin sentir demasiado estrés o temor a la pérdida de la aprobación o del amor
- Dialogar y negociar sobre algunos límites para aumentar la independencia; conversar sobre las nuevas expectativas y nuevos desafíos.
- Incentivarlos a aceptar la responsabilidad de las consecuencias de su comportamiento, mientras se le demuestra confianza y optimismo sobre el resultado esperado y deseado
- Alentar y moderar la flexibilidad para elegir distintos factores resilientes cuando una situación adversa cambia. Por ejemplo buscar ayuda y apoyo, mostrar empatía, compartir los sentimientos.
Es importante que los padres:
- Construyan confianza
- Se concentren en la persona, no en el conflicto
- Mantengan una actitud positiva
- Establezcan expectativas y provean la ayuda necesaria para poder alcanzarla.
La información debe adelantarse a la curiosidad