En Estimulamos IPS te compartimos este compendio de ejercicios para que tú como padre de familia te involucres en una serie de actividades que podrás realizar para estimular y favorecer el desarrollo integral de nuestros niños de 0 a 5 años.

¿Qué es estimulación temprana?

Se define como ese conjunto de acciones que potencializan al máximo las habilidades, físicas, mentales y psicosociales del niño, mediante la estimulación repetitiva, continua y sistematizada para desarrollar al máximo su potencial intelectual. 

La estimulación temprana comprende un conjunto de acciones que proporcionan al niño las experiencias necesarias para desarrollar al máximo su potencial intelectual esta se debe realizar con estímulos adecuados para su edad cronológica mediante acciones y objetos que generen en el niño una buena relación con su medio ambiente y así facilitarle el aprendizaje. (Terré 2002)

¿Cuál es su importancia?

Los niños desde que nacen reciben estímulos externos al interactuar con otras personas y con su entorno. Cuando se les estimula a los bebés y a los niños se les presenta diferentes oportunidades para explorar. La estimulación temprana generalmente empieza con actividades que impliquen el contacto con el bebé, con masajes o estímulos sensoriales, ya que es así como como refuerzas tu vínculo emocional y el afecto con tus hijos. El juego es una efectiva herramienta en la estimulación de los bebés y los niños, ya que a través de él puedes observar el comportamiento, los deseos, los gustos y las inquietudes de tus hijos.

La importancia de la estimulación temprana es potenciar las funciones cerebrales en todos los aspectos (cognitivo, lingüístico, motor y social) ya que nuestro cerebro requiere información que le ayude a desarrollarse y su crecimiento depende de la cantidad, tipo y calidad de estímulos que recibe. 

 El cerebro del bebé alcanza el doble de su tamaño durante el primer año de vida; esto lo hace mediante “conexiones de crecimiento” las cuales irán aumentando a medida que el bebé piensa. A través del juego es como tu bebé descubre y aprende, al mismo tiempo que va formando su personalidad y fortalece su autoestima.

La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.

¿Cómo hacerlo?

Es importante que en la rutina diaria, propicies experiencias de aprendizaje ya sea a la hora de comer o del baño, jugando con distintas texturas, temperaturas y juguetes. Además, puedes fijar un momento especial durante el día, dedicado a cantar y jugar con tu bebé mientras él se encuentra en completa disposición.

4 áreas involucradas 

  • Área cognitiva: Le permite al niño comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea. Despertar los sentidos del bebé (olfato, oído, vista y tacto) para que pueda percibir y relacionar estímulos entre sí, es ya un acto cognitivo y perceptivo que estimula sus capacidades intelectuales.
  • Área motora y de desarrollo físico: Esta área está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. También comprende la coordinación entre lo que se ve y lo que se toca, lo que lo hace capaz de tomar los objetos con los dedos, pintar, dibujar, hacer nudos, etc. Para desarrollar esta área es necesario dejar al niño tocar, manipular e incluso llevarse a la boca lo que ve, permitir que explore pero sin dejar de establecer límites frente a posibles riesgos.
  • Área de lenguaje: Está referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual. La capacidad comprensiva se desarrolla desde el nacimiento ya que el niño podrá entender ciertas palabras mucho antes de que puede pronunciar un vocablo con sentido; por esta razón es importante hablarle constantemente, de manera articulada relacionándolo con cada actividad que realice o para designar un objeto que manipule, de esta manera el niño reconocerá los sonidos o palabras que escuche asociándolos y dándoles un significado para luego imitarlos.
  • Área Socio-emocional: Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le permitirá ser querido y seguro, capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes. Para el adecuado desarrollo de esta área es primordial la participación de los padres o cuidadores como primeros generadores de vínculos afectivos, es importante brindarles seguridad, cuidado, atención y amor, además de servir de referencia o ejemplo pues aprenderán cómo comportarse frente a otros, cómo relacionarse, en conclusión, cómo ser persona en una sociedad determinada. Los valores de la familia, el afecto y las reglas de la sociedad le permitirán al niño, poco a poco, dominar su propia conducta, expresar sus sentimientos y ser una persona independiente y autónoma.

¿Cómo estimular?

0 a 12 meses

  • Jugar con marionetas para poder captar su atención.
  • Colocar al bebé boca arriba y poner debajo una sábana para poder girarla y que aprenda a darse la vuelta.
  • Decir “no” y mover la cabeza le ayudará a entender el significado del no.
  • Cantarle canciones.
  • Ponerle obstáculos con almohadas o toallas para que tenga que gatear por encima. 
  • Meter objetos en una botella y enseñarle a sacarlos y a meterlos.
  • Ponerlo a jugar con otros niños.
  • Sentarse en un rodillo para poder ayudarlo a fortalecer los músculos del abdomen.
  • Dejarlo gatear para fortalecer sus músculos, para que aprenda a coordinar sus movimientos y desplazamiento.
  • Dejarlo tocar interruptores para que así fortalezca sus habilidades motoras finas.

1 a 2 años 

Área motora y de desarrollo físico: El gateo fortalece el cuerpo del niño y su actividad cerebral, cuando sea más grande el gateo ayudará a caminar, correr, saltar, etc. porque obtendrá mejor dominio del espacio y adquiere un mayor equilibrio.
Utilizar los rollos (almohadas cilíndricas) para iniciar al niño en la posición de gateo, manteniéndolo debajo de la barriga de manera que él pueda colocar las manos y las rodillas en posición adecuada, primero se balanceará sin poder avanzar, así se irá fortaleciendo hasta que puedas quitarle el rollo y ofrecerle algún juguete llamativo a corta distancia de él que pueda alcanzarlos al gatear, hasta es posible que intente desplazarse  primero hacia atrás, pronto logrará la dirección que necesita, ayúdalo con paciencia.
Colocarle trozos de alimento, para que pueda explorar sabores y ejercitar la prensión, por ejemplo, ofrécele un trozo de zanahoria cuando inicie la dentición, su textura calma la picazón de las encías y provee de vitaminas, recuerda que no deben ser trozos pequeños. Si tu hijo ya come de todo, coloca trozos de pan, brócoli, queso, etc. para ganar doblemente con el ejercicio de la mano y la exploración de sabores.
Ofrécele frascos con tapas, él intentará abrir y cerrar varias veces los frascos, juega con los colores y tamaños, para que pueda asociarlos, luego cuando este más grande puedes brindarle granos para que utilice los dedos y llene los frascos.
El agacharse y levantarse, ayuda a favorecer su motricidad, este juego consiste en que el adulto debe colocarse frente al pequeño y tomar sus manos. Una vez en esta postura, se puede empezar a cantar la melodía «agáchate y vuélvete a agachar, que los agachaditos no pueden bailar» o «arriba, abajo, arriba, abajo», a la vez que se sube y se baja, primero erguido y después de cuclillas. Poco a poco el juego se hace más difícil: primero se suelta una mano del bebé, para al final dejar que suba y baje de forma independiente.
Pasarle una pelota, para este juego el único material que se necesita es una pelota. Es importante elegir una del tamaño y peso adecuado, que el niño pueda tomar entre sus manos y lanzarla sin dificultad. Sentados en el suelo con las piernas abiertas, tienes que pasarle el balón rodando al pequeño y este tiene que devolverlo. Poco a poco, el juego se hace más difícil aumentando cada vez más la distancia entre los jugadores y, después, lanzando la pelota sin que toque el suelo.

Área Cognitiva: El hablar con él acerca de las cosas cotidianas, tal cual suceden: la lluvia, el ruido de la lavadora, etc. y leerle cuentos en voz alta al niño es una actividad que favorece el desarrollo de la inteligencia. Si le felicitas por sus logros, el niño se sentirá más estimulado y motivado para continuar su aprendizaje. A veces basta una mirada acompañada de una sonrisa.
Hay que estimular y reforzar su autoestima aunque el niño no haya logrado lo que pretendía. Se debe valorar el esfuerzo realizado de modo que no se desanime a intentarlo de nuevo.
El juego de esconder y buscar es un gran estímulo y un juego sencillo en donde el pequeño puede esconderse con otra persona o sólo para que tú lo busques. Después es tu turno para esconderte y dejar que el pequeño te encuentre.

Empieza a darle a conocer partes específicas del cuerpo y cara, ayudándole con canciones. Canta cualquier canción típica que hable de las diferentes partes del cuerpo, entra más en detalle con las partes del cuerpo nombrando los dientes, las cejas, las uñas de los dedos, etc.

Área de lenguaje: Es necesario hablar claro, coherente y explicativo para favorecer la comprensión y aprendizaje del niño, como por ejemplo, hacer que participen activamente en las rutinas cotidianas del hogar y comentarle o explicarle al mismo tiempo, lo que se está haciendo y por qué. De esta forma el niño o niña aprenderá palabras que corresponden a lo que ve que hacen los demás y aprenderá el significa de él que porque lo está practicando. Leer con el pequeño cada día y dejarle participar de forma activa en la lectura. Hay que responder a sus preguntas sobre las dudas que él tiene.
Un buen ejercicio para que el pequeño aprenda a discriminar los sonidos y los relacione con el lenguaje es hacer de traductor de sonidos. Para ello, se debe traducir con la palabra correspondiente los sonidos y ruidos cotidianos que se producen de forma habitual, como el timbre de la puerta, la lavadora o el teléfono. También se pueden utilizar los de la calle: una sirena, pitidos, un perro o coches. Y los de la naturaleza: un pájaro, el viento, la lluvia, etc.

Área Socio-emocional: A partir de esta edad es importante comenzar a ponerle límites al niño. No se le debe permitir que haga lo que quiera, pero tampoco abrumarlo con muchos “NO”. Impedirle explorar limita su desarrollo e inhibe e aprendizaje.
El niño mientras más ve, oye, y hace, más conoce.

  • Juega con tu hijo(a) a que le persigues para que corra.
  • Jueguen a saltar desde alturas pequeñas, como un escalón.
  • Si es posible, enséñale a subir escaleras. Ayúdale tomándole una mano. Anímale a subir y bajar. Siempre que lo haga debe estar acompañado.
  • Dale una hoja de papel y colores. Deja que raye libremente. Después pregúntale qué ha dibujado y conversen sobre su dibujo.
  • Con botes o cajas de diferentes tamaños, pídele que haga una torre.
  • Dale papel periódico y enséñale a arrugarlo y hacerlo bolitas.
  • Ofrecer al niño objetos de diferentes tamaños, formas, colores, texturas.
  • Hacer un túnel de cartón o periódico y tirar un carro o una pelota a través de él y pedirle al niño que lo busque.
  • Esconder frente al niño diversos objetos en distintos lugares e invitarlo a que los busque
  • Hacer que escuche música rápida, lenta y mueva sus manos siguiendo el compás.
  • Llamarlo por su nombre.
  • Permite que te ayude a vestirse. Pídele que señale dónde se ponen las distintas prendas.
  • Dejarlo en un lugar espacioso con dos o tres juguetes para que él decida con cúal quiere jugar.
  • Permitirle que tome líquidos sosteniendo su vaso

2 a 3 años 

Área motora y de desarrollo físico: 

El uso del triciclo a esta edad se basa en enseñarle al niño a subirse y bajarse del triciclo, hacer que se siente, sujetarle los pies a los pedales con cintas y enseñarle a pedalear o cuando ya sepa llevar el triciclo con los dos pies sujetos, desatarle uno de ellos y animarle a que siga pedaleando hasta que aprenda a hacerlo sin dificultad puede ser una manera en la cual el niño empiece a reforzar su área motora gruesa en la cual aprenda a controlar la coordinación de los movimientos de sus piernas. 

Poner al niño en cuclillas en el suelo, agarrado de ambas manos, sentada en una pelota o sosteniéndole una mano mientras con la otra intenta agarrar un juguete le ayuda a poder controlar su postura. 

Mostrarle al niño varias monedas y modelarle cómo ingresarlas (dedos índice y pulgar) a una alcancía.

Área Cognitiva: El desarrollo de la orientación y estructuración espacial se puede hacer brindándoles puzles de dos o cuatro piezas y enseñarle a unirlos correctamente, ayudarle si es necesario. 


Poner un cartón con dos imágenes sencillas y claras ante su vista. Nombrarle las figuras representadas. Darle, a continuación, un cartón pequeño conteniendo una de las figuras anteriores y decirle: «pon la… con la…»

Enseñarle las figuras y los colores mediante un tablero que tenga un círculo, un cuadrado y un triángulo y enseñar a encajarlas correctamente.

Área de lenguaje: Hacerle preguntas del tipo «¿Quién es… (nombre de un hermano o alguien más…)?» para que responda «él». Si no lo hace, decirle: «di, él», al tiempo que se le hace señalar a la persona correspondiente

Sentados en círculo, puedes poner a tu hijo a decir su nombre, el tuyo y el de tu esposa/o de la misma manera en la que tú dices su nombre, el tuyo y el de tu esposa/o y así sucesivamente  para que el niño empiece a conocer su nombre y el de los demás, así mismo practicara su lenguaje y pronunciación.

ÁreaSocio-emocional:

  • Dibujen juntos libremente sobre un papel o en la tierra con un palo. En donde puedes enseñarle a hacer líneas o círculos.
  •   Enséñale a doblar una hoja de papel por la mitad.
  •   Anímale a pararse de puntas.
  •   Ayúdale a ponerse de pie estando agachado(a) y sin usar las manos.
  •   Anímale a ejercitar sus brazos en distintas direcciones mientras baila.
  •   Invítale a dibujar, pregúntale y conversen sobre su dibujo.
  •   Practiquen abrir puertas con manija.
  •   Jueguen a clasificar objetos por color, tamaño y forma.
  •   Busca un libro con ilustraciones y hazle preguntas acerca de las ilustraciones.
  •   Muestra interés por lo que dice y responde todas sus preguntas.
  •   Léele cotidianamente historietas infantiles cortas. Hazle preguntas sobre lo leído y trata de que repita parte de la historia. 
  •   Dramatiza cuentos haciendo muecas y gestos. 
  •   Haz la voz de los personajes o los sonidos de animales o cosas.
  •   Juega a repetir números y palabras.
  •   Enséñale canciones infantiles.
  •   Enséñale tareas sencillas, tales como regar plantas, barrer, recoger sus juguetes y ponerlos en su lugar.
  •   Ayúdale a comprender lo que es suyo y lo que no le pertenece

3 a 4 años 

Área motora y de desarrollo físico:

Saltar la cuerda ayuda a coordinar las diferentes partes del cuerpo en movimiento, lo único que hay que hacer es atar una cuerda a dos muebles y enseñarle a tu hijo a saltar sobre ella con los dos pies juntos. Cuando lo haga bien ir elevando poco a poco hasta una altura de 5 cm aproximadamente.

Darle al niño una pelota mediana y enseñarle a tirarla al suelo y a recogerla con ambas manos. Al principio, si es necesario, ayúdele colocándose detrás de él y guiándole los brazos en los movimientos de soltar-atrapar. Irle retirando la ayuda poco a poco hasta que lo haga solo. Enseñarle a botarla con una sola mano, este ejercicio ayuda a la coordinación viso manual.

Darle unas tijeras de puntas redondeadas y enseñarle a cogerlas correctamente y hacer los movimientos de abrir y cerrar, para ayudarle en sus habilidades motoras finas.  

Darle láminas con figuras para rellenar y lápices de colores o ceras. Enseñarle a pintarlas sin salirse de los contornos. Empezar con formas geométricas sencillas de tamaño mediano y poco a poco se le va complicando la figura a rellenar.

Área Cognitiva: Poner ante la vista de tu hijo cuatro objetos iguales de colores diferentes y decirle: «pon el… con el…» al tiempo que se le da el objeto para que lo coloque encima o al lado del que es igual, lo ayuda en el desarrollo de la discriminación visual de colores. 

De igual manera poner ante su vista dos objetos iguales de colores diferentes (rojo, azul, verde, amarillo) y decirle: «¿dónde está el…?» para que lo señale lo ayuda a poder diferenciar los colores. 

Dibujar números en un papel, pintarlos y recortarlos (del 1 al 9). Ponerlo ante la vista del niño de dos en dos y decirle: «dame el número…» para que lo agarre y te lo dé.

Colocar ante su vista dos piezas geométricas, por ejemplo: un círculo y un cuadrado. Decirle: «¿dónde está el círculo?» para que te de la pieza correspondiente al tiempo que te dice su nombre.

Área de lenguaje: Enseñarle a tu niño a señalar sobre sí y en otra persona, las partes del cuerpo para lograr que comprenda el esquema corporal. 

Hacerle preguntas del tipo: ¿qué es esto?, señalando la parte del cuerpo correspondiente. Si no contesta, decir: «di, la boca».

Jugar con el niño dándole órdenes del tipo: «pon las manos detrás de ti» y «pon las manos delante de ti» para que las ejecute. Alternar las órdenes. 

Colocar ante su vista dos objetos iguales pero de diferente tamaño. A continuación preguntarle: ¿Cuál es el… (Objeto) largo? y lo mismo con el corto, para que lo señale. Emplear objetos conocidos pero variando su posición.

Colocar montones con desigual número de objetos y hacerle preguntas del tipo: ¿dónde hay más?, ¿dónde hay menos? para que señale el lugar correspondiente. Variar la posición de los montones y emplear objetos diferentes.

Área Socio-emocional:

  • Párate frente a él o ella y camina de puntas. Pídele que te imite.
  • Inventen juegos para que salte, camine, corra o se pare de repente.
  • Pongan música para bailar juntos, con canciones que permitan coordinar los movimientos de su cuerpo con lo que dice la letra. Si hay otros niños y niñas de su edad, anímalos a que jueguen y a que ellos inventen movimientos o que escojan la música.
  • Anímale a dibujar y a crear historias sobre sus dibujos.
  • Explícale para qué sirven los diferentes objetos
  • Inventa juegos para clasificar objetos por color, tamaño o figura. Mientras juegan, pregúntale por qué lo hace de tal o cual forma. Si se equivoca, no le corrijas, mejor hazle preguntas que le ayuden a darse cuenta por sí solo(a).
  • Enséñale el nombre de diferentes formas (círculo, cuadrado, triángulo) y ayúdale a identificarlos.
  • Lean juntos un libro de cuentos, señala con el dedo lo que vas leyendo o las imágenes de las que estás hablando. En otro momento, pídele que haga su propia historia.
  • Permítele que vaya solo(a) al baño.
  • Déjale escoger su ropa.

4 a 5 años 

Área motora y de desarrollo físico: 

Anímale a caminar, correr o saltar en un pie. Inventa juegos con este fin. 

  Enséñale a hacer maromas. 

  Dibuja una raya larga en el suelo y pídele que camine sobre ella. 

  Pídele que camine sin zapatos: sobre las puntas de los pies y sobre los talones.

  Pongan música para bailar juntos, con canciones con las que pueda coordinar los movimientos de su cuerpo con lo que dice la letra.

  Continúa animándole a dibujar, recortar imágenes y hacer historias, para crear sus cuentos. 

  Pídele que vacíe agua de un vaso a otro sin derramarla. 

  Ofrécele la oportunidad de jugar con arena y/o agua con palas pequeñas, cucharas o vasos para que juegue y las use libremente. 

  Dale masa de colores, plastilina o barro para que la amase y haga figuras. 

  Mezcla semillas de varios tipos y pídele que las separe utilizando sus dedos índice y pulgar.

  Área de lenguaje:

 Incorpora los números a los juegos (p. ej., contando los juguetes o las cosas que guarda). 

  Ayúdale a diferenciar entre izquierda y derecha. Puedes colocarle un listón de color en la mano derecha. Inventen juegos usando las palabras izquierda, derecha, arriba y abajo. 

  Léele y estimúlale para que elabore o te platique sus propios cuentos. 

  Enséñale adivinanzas sencillas. 

  Mientras juegan, anímale a clasificar objetos y animales según sus diferentes características (tamaño, color, y forma). 

  Pregúntale diario cómo le va en la escuela, invítale a dialogar sobre sus clases, compañeros, maestras, sus juego

También cuéntale sobre qué haces mientras él o ella están en la escuela.

  Área Socio-emocional: 

  • Anímale a jugar con otros niños y niñas y que ellos inventen sus propios juegos. Si hay conflictos, habla con ellos y haz preguntas que les ayuden a resolverlos de manera pacífica. Platícales sobre la importancia de las reglas. 
  •   No lo amenaces con cosas que podrían aterrorizarle. 
  •   Dile lo que te gusta de él/ella. Felicítalo cuando haga algo bien. 
  •   Enséñale a decir su nombre completo, su edad y el nombre de sus padres. 
  •   Asegúrate de que él/ella esté contento(a) en la escuela, platica con sus maestras sobre su comportamiento y desempeño.
  • Pregunta cómo puedes ayudar a mejorar su desempeño.